jueves, 25 de septiembre de 2008

Llegada

Bueno, después de unas 7 horas de viaje, por fin llegamos a nuestro destino: Berlín. Todo el viaje fue bien: llegamos a tiempo para coger los aviones (tuvimos que cambiar de avión en Barcelona), las maletas no se extraviaron, no hubo retrasos,... Pero todo no nos podía salir bien. Justo cuando sólo nos quedaba recoger el equipaje en Tegel (un aeropuerto de Berlín) nos despistamos "un poquito" y nos salimos sin darnos cuenta de la sala donde se recogía el equipaje. Cuando quisimos volver, el guarda desagradable de turno no nos dejó pasar. Así que nos sumergimos en los suburbios del aeropuerto a esperar que "el equipaje extraviado" llegara y poderlo reclamar.

Tras esto (y un bocata de jamón), abandonamos el aeropuerto y cogimos el bus 109 rumbo al corazón de la ciudad. Aquí coincidimos con una pareja de suramericanos muy amables que nos ayudaron a decidir cuál era la parada idónea para nosotros.

Después de un viaje en cercanías (S-Bahn 41), llegamos a nuestra estancia provisional: un piso en Prenzlauer Berg. Es bastante antiguo y la cocina, el salón y el dormitorio son una misma habitación. Pero por esta semana nos vale mientras vamos a la caza de un piso para el resto del año. Lo peor de todo fue el tener que subir los maletones a un 3º sin ascensor después de haber dormido sólo hora y media.

Nos abrigamos bien (porque aquí hace bastante fresquito) y salimos a nuestro primer enfrentamiento con Alemania cuando fuimos a hacer una compra básica al centro comercial de aquí al lado. Por lo que hemos visto hasta ahora, son algo raros estos alemanes; los refrescos no los venden en latas en los supermercados y no hubo forma humana de encontrar una esponja para ducharnos (de hecho, preguntamos por una y nos quisieron dar un estropajo), aún estamos investigando si esto es así de forma generalizada o sólo hemos tenido mala suerte. Sin embargo, había pasillos repletos de alcohol y chocolate; están claras las prioridades. Para los que se quejen de que en el Dia cobren las bolsas a 3 céntimos, aquí eso parece estar extendido por todos los supermercados y las bolsas (al menos las que tuvimos que compar nosotros) están a 15 céntimos, de modo que las tenemos como un tesoro.

El idioma es otro de los escollos que hemos de salvar. Chapurreando un poco de alemán, el inglés (la primera pregunta suele ser "Sprechen Sie Englisch?") y los gestos, nos defendemos; aunque la cara de póker no hay quien nos la quite.

Después de la compra volvimos al piso y preparamos una cena ligera a base de Nesquik (aquí de Cola-Cao nada, y lo echamos de menos) y unos sándwiches de algo parecido a Nocilla, nos fuimos a la cama a las 21:00 reventados.

Mañana continuaremos escribiendo las vivencias de los primeros días de unos extraños en Berlín. Un saludo y gracias por leernos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Holitaaaa!

Weno, al menos habeis llegao bien... es lo mas importante :P

Pero seguid contándonos vuestras historietas, q parece q van a estar muy entretenidas :P jajaja

Un besote muy fuerte mis niñatillos!!

Stella dijo...

Me parece muy mal que no me avisaseis de que ya habiais echo el blog y yo aqui esperando....
Menos mal que me ha dao por mirar el nick de Sole.....

¿Como es eso que no hay cola-cao?
Cuando vaya pa alla os yevo un bote de contrabando q yo si no me tomo mi coca cao por las mñn no soy persona

Pues bueno rosy yeva razon con eso de q sigais contando jejeje, ta interesante la cosa....

Besotes y pasaros por el tuenti a comentar las fotitos de vuestra despedida


Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Ciaooooooooooooooooooo

Unknown dijo...

Hola gente!!

acabais de llegar y ya haceis templar Berlin? jeje
tiene su gracia la forma en q narrais los hechos.

no os acomodeis mucho q ya mismo volveis ;)

Petrvs dijo...

Podéis cocer coliflores en la cocina o peeros en e salón... la Humanidad es la misma.

Anónimo dijo...

Ainss, que tierno: Cenando sanwich de nocilla!! Me encanta todo lo que habeis escrito. Los ojos se me han puesto soñadores!!
1besote para cada uno!!